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Oct 10, 2025

Rutina de cuidado del cuero cabelludo: Qué hacer para el cuero cabelludo seco, graso y sensible

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Mucha gente cree que el cuidado del cabello empieza con el acondicionador, pero lo cierto es que empieza unos centímetros más arriba, justo en el cuero cabelludo. Esto se debe a que el cuidado del cuero cabelludo no es lo mismo que el del cabello.

Mientras que uno se ocupa de lo que ves (tus hebras, tu brillo, tus puntas abiertas), el otro se centra en la piel vital que se encuentra debajo, que es la que, en última instancia, decide qué tan saludable crece realmente tu cabello.

En esta guía, repasaremos cómo es una buena rutina de cuidado del cuero cabelludo y cómo adaptarla a su tipo de cuero cabelludo para que cada nueva hebra crezca más fuerte desde el principio.

Cuidado del cuero cabelludo vs. cuidado del cabello

Aunque ambos pueden parecer similares (y a menudo se usan indistintamente), en realidad son bastante diferentes, principalmente en lo que apuntan.

El cuidado capilar se centra en las fibras capilares. Implica acondicionar, peinar y reparar daños visibles como la sequedad, las puntas abiertas o la pérdida de color.

El cuidado del cuero cabelludo, por otro lado, se centra en la piel subyacente. Implica eliminar la acumulación de grasa, equilibrar la producción de grasa y mantener los folículos limpios y nutridos. Es lo que mantiene el entorno donde el cabello nuevo y sano puede crecer.

En ese sentido, el cuidado del cuero cabelludo no está separado del cuidado del cabello. Es una parte vital de este, porque no se puede tener un cabello sano sin un cuero cabelludo sano.

Cuando la acumulación, el exceso de grasa o la inflamación se acumulan en el cuero cabelludo, desequilibran todo y, con el tiempo, provocan caspa, picazón e incluso caída del cabello.

Dicho todo esto, cuidar primero el cuero cabelludo es lo que hace que cada acondicionador, mascarilla y suero realmente funcione.

Señales de que tu cuero cabelludo necesita un cuidado especial

Picazón u hormigueo persistente

Cuando sientes constantemente la necesidad de rascarte, suele ser señal de irritación o un desequilibrio en el ecosistema natural del cuero cabelludo. Puede deberse al exceso de sebo, a restos de productos de peinado o incluso a una alteración del microbioma del cuero cabelludo.

Si no se trata, el rascado puede inflamar los folículos, retardar el crecimiento y, a veces, provocar pequeñas heridas que atraen bacterias u hongos.

Escamas o acumulaciones visibles

La descamación no siempre significa caspa. A veces es simplemente piel seca o residuos de productos que obstruyen los folículos.

De cualquier manera, la acumulación sofoca las raíces y bloquea el flujo de oxígeno. Cuando los folículos no pueden respirar, desarrollan hebras más débiles que se desprenden con facilidad.

Cuero cabelludo graso después de uno o dos días

Si tu cabello se siente grasoso menos de 24 horas después de lavarlo, es señal de que las glándulas sebáceas del cuero cabelludo están hiperactivas. Esto puede ocurrir cuando los champús agresivos eliminan los aceites naturales, provocando que la piel produzca aún más sebo como defensa.

Con el tiempo, el exceso de grasa atrae suciedad y levaduras, que pueden provocar inflamación o dermatitis seborreica.

Sensibilidad o dolor

El cuero cabelludo irritado suele aparecer después de peinados ajustados, acumulación de pelo o inflamación profunda en el folículo. Esta sensibilidad significa que la barrera cutánea está comprometida. Si no se trata, se corre el riesgo de sufrir lesiones por tracción o foliculitis, que se manifiestan como pequeñas protuberancias inflamadas alrededor de las raíces del cabello.

Crecimiento más lento o caída excesiva del cabello

Cuando el entorno del cuero cabelludo se desequilibra (ya sea demasiado graso, demasiado seco o inflamado), el ciclo de crecimiento del cabello comienza a acortarse. Los folículos pasan más tiempo descansando y menos tiempo creciendo, lo que a la larga provoca que las nuevas hebras crezcan más delgadas y se quiebren con mayor facilidad.

Rutina fácil para el cuidado del cuero cabelludo que puedes probar en casa

Rutina de cuidado del cuero cabelludo seco

El cuero cabelludo seco se produce cuando la piel carece de hidratación y aceites protectores. En pocas palabras, se trata de la deshidratación de la barrera cutánea. Puede ser provocado por el frío, el lavado excesivo o champús agresivos que eliminan el sebo.

Cuando la barrera del cuero cabelludo se debilita, se tensa, se descama y produce picazón, similar a la piel seca en cualquier otra parte del cuerpo. El principio de esta rutina es simple: restaurar la hidratación manteniendo el equilibrio del microbioma del cuero cabelludo.

1. Elige un champú suave e hidratante.

Usa una fórmula sin sulfatos o hidratante enriquecida con aloe vera, glicerina o limpiadores derivados del coco. Estos eliminan la acumulación sin eliminar los aceites naturales.

2. Limite la frecuencia de lavado

Lava tu cabello dos o tres veces por semana, o menos si te resulta cómodo. Lavarlo a diario empeora la sequedad al eliminar los lípidos que retienen la humedad.

3. Aplique un aceite nutritivo para el cuero cabelludo antes de lavarlo.

Masajea el aceite de batana o una mezcla con romero en el cuero cabelludo 30 minutos antes del champú. Este paso previo al lavado repone la grasa perdida y mejora la circulación.

4. Acondiciona desde la mitad del cabello hasta las puntas.

Aunque los acondicionadores actúan sobre el cabello, aplique una pequeña cantidad cerca del cuero cabelludo para suavizar la caspa y calmar la tirantez. Enjuague bien con agua tibia.

5. Use un suero ligero para el cuero cabelludo después del secado.

Busca fórmulas con niacinamida o ácido hialurónico para hidratar y suavizar la barrera capilar del cuero cabelludo. Evita las siliconas pesadas que pueden sofocar las raíces.

6. Añadir cuidado semanal

Una vez a la semana, exfolia suavemente con un exfoliante suave para el cuero cabelludo o un tratamiento con ácido salicílico para eliminar las células muertas y permitir que las cremas hidratantes penetren mejor. Continúa con un aceite o sérum para equilibrar el cabello.

Rutina de cuidado del cuero cabelludo graso

Un cuero cabelludo graso, el polo opuesto del cuero cabelludo seco, es señal de hiperactividad de las glándulas sebáceas. El cuero cabelludo produce sebo de forma natural para proteger e hidratar la piel, pero cuando la producción se descontrola, puede atrapar suciedad, obstruir los folículos y fomentar el crecimiento excesivo de hongos.

El principio aquí es reequilibrar la producción de aceite sin eliminar la barrera protectora del cuero cabelludo.

En otras palabras, desea limpiar de manera suficientemente efectiva para eliminar el exceso de sebo y la acumulación, pero mantener la humedad natural y el microbioma intactos para que el cuero cabelludo no compense en exceso produciendo aún más grasa.

1. Elige un champú equilibrante o clarificante

Usa un champú clarificante suave formulado con ingredientes como ácido salicílico, aceite de árbol de té o piritionato de zinc. Estos disuelven la grasa, eliminan la acumulación y mantienen el microbioma del cuero cabelludo bajo control.

2. Lávese regularmente pero no en exceso.

Para el cuero cabelludo graso, es mejor lavarlo cada dos días. Lavarse con demasiada frecuencia puede ser contraproducente, ya que el cuero cabelludo lo compensa produciendo aún más grasa. Si es necesario, alterna con un champú suave sin sulfatos entre lavados.

3. Exfoliar semanalmente

Una o dos veces por semana, usa un tratamiento exfoliante para el cuero cabelludo o un exfoliante para eliminar la piel muerta y los residuos. Esto mantiene los folículos abiertos y mejora la absorción del producto.

4. Utiliza hidratación ligera

Evita los aceites pesados ​​y las mascarillas densas. En su lugar, aplica un sérum capilar a base de agua con niacinamida o extracto de té verde. Estos ingredientes calman la inflamación y ayudan a normalizar la actividad del sebo.

5. Enjuague con agua fría.

El agua caliente estimula las glándulas sebáceas y empeora la sensación de grasa. Los enjuagues fríos o tibios cierran los poros y refrescan el cuero cabelludo.

6. Cuida tus factores de estilo de vida

El cuero cabelludo graso también puede deberse al estrés, los cambios hormonales o las dietas con alto índice glucémico. Descansar lo suficiente y mantener una dieta equilibrada favorecen la salud del cuero cabelludo a largo plazo.

Rutina de cuidado del cuero cabelludo sensible

Un cuero cabelludo sensible es aquel que reacciona fácilmente incluso a desencadenantes leves, como fragancias, calor, ciertos ingredientes o fricción.

Esto sucede porque su barrera protectora (la capa más externa de la piel) es más delgada o está debilitada.

¿Cómo ocurre esto? Cuando la barrera protectora pierde lípidos y humedad, las terminaciones nerviosas se asientan más cerca de la superficie y la respuesta inmunitaria se vuelve más alerta. Por eso, incluso pequeñas cantidades de fragancia o calor pueden causar ardor o escozor.

1. Comience con un champú hipoalergénico y sin fragancia.

Elija fórmulas indicadas para cuero cabelludo sensible o champús para bebés. Busque surfactantes suaves como la cocamidopropil betaína y agentes calmantes como el extracto de avena o el pantenol.

2. Evite el calor y la fricción fuerte.

Lavar con agua tibia y masajear suavemente con las yemas de los dedos, no con las uñas. Secar con una toalla suave en lugar de frotar para evitar microdesgarros en la piel.

3. Utilice un suero que fortalezca la barrera cutánea.

Un sérum ligero con niacinamida o ceramidas puede ayudar a reforzar la barrera capilar y reducir la reactividad. Aplícalo después del secado, concentrándote en las zonas sensibles o con picazón.

4. Evita los exfoliantes fuertes o con base de alcohol.

El cuero cabelludo sensible no tolera bien los exfoliantes con ácido salicílico ni las fórmulas mentoladas. En su lugar, usa tónicos suaves con ácido láctico o brumas naturales a base de aloe para refrescar el cuero cabelludo entre lavados.

5. Mantener una humedad constante

La sequedad empeora la sensibilidad, así que aplica un poco de aceite de batana o jojoba en el cuero cabelludo una vez por semana. Ambos imitan el sebo natural y ayudan a calmar la irritación sin obstruir los poros.

6. Mantenga los estilos sueltos y los productos al mínimo.

Evita las trenzas apretadas, los tintes químicos o la aplicación excesiva de productos. Cuantos menos ingredientes entre en contacto con tu cuero cabelludo, mejor se recuperará.

Qué hacer y qué no hacer en el cuidado del cuero cabelludo

Ya sea que su cuero cabelludo sea graso, seco o sensible, estos consejos sobre qué hacer y no hacer le ayudarán a mantener una base limpia, equilibrada y resistente para el crecimiento del cabello.

Dos

  • Lávese con regularidad: mantenga un programa de limpieza regular adaptado a su tipo de cuero cabelludo para evitar la acumulación y la irritación.

  • Masajear suavemente: la técnica adecuada de masaje del cuero cabelludo requiere utilizar las yemas de los dedos para estimular la circulación y aflojar los residuos sin rascar la piel.

  • Exfolia semanalmente: elimina los residuos del producto y la piel muerta usando un exfoliante suave para el cuero cabelludo o un tratamiento con ácido salicílico.

  • Enjuague con agua tibia: El agua caliente puede resecar o inflamar el cuero cabelludo. En cambio, el agua tibia mantiene la barrera capilar cómoda.

  • Elija productos amigables con el microbioma: utilice champús y sueros sin sulfatos, sin fragancias o con pH equilibrado que no alteren el ecosistema del cuero cabelludo.

  • Proteger del calor y del sol: Use un sombrero al aire libre o aplique un protector solar en aerosol sin enjuague para protegerse del daño de los rayos UV.

Qué no hacer

  • No laves demasiado el cabello a diario: el lavado frecuente puede provocar sequedad o acumulación de grasa en el cabello según tu tipo de cuero cabelludo.

  • No utilice ingredientes agresivos: evite los aerosoles con alto contenido de alcohol, los exfoliantes mentolados y los sulfatos fuertes que irritan o resecan el cuero cabelludo.

  • No ignore la descamación ni el dolor: la picazón, la tirantez o el dolor persistentes indican un desequilibrio. Trátelo a tiempo con atención específica.

  • No aplique demasiados productos: aplicar demasiados aceites, sueros y aerosoles sofoca los folículos y genera acumulación, lo cual es malo para el cuero cabelludo.

  • No ate el cabello demasiado fuerte: la tensión repetida en las raíces puede desencadenar alopecia por tracción al inflamar los folículos y debilitar el nuevo crecimiento.

Aceites naturales para incorporar a tu rutina de cuidado del cuero cabelludo

Como se mencionó anteriormente en las rutinas, una hidratación ligera ayuda a restaurar el equilibrio y la comodidad en cualquier tipo de cuero cabelludo. Y como alguien que ha probado muchos aceites, estos son los que recomiendo para empezar.

Aceite de batana

El aceite de batana proviene de la palma aceitera americana, utilizada tradicionalmente por el pueblo miskito de Honduras (apodado el Pueblo del Cabello Hermoso).

Es rico en ácidos oleico y linoleico, que fortalecen la barrera capilar e hidratan profundamente sin obstruir los folículos. Sus tocoferoles naturales (compuestos de vitamina E) y carotenoides también ayudan a reparar el daño oxidativo y a calmar la inflamación.

Todos estos efectos contribuyen directamente a la salud del cuero cabelludo al restaurar la elasticidad, estimular la circulación y mantener un entorno nutrido donde los folículos pueden prosperar.

Aceite de romero

El aceite de romero contiene ácido ursólico y ácido rosmarínico, ambos compuestos que estimulan el flujo sanguíneo a los folículos y reducen la inflamación.

De hecho, los estudios han demostrado que puede funcionar de manera comparable al minoxidil para promover el crecimiento y al mismo tiempo ayudar con la caspa y el equilibrio microbiano.

Más importante aún, estas acciones favorecen directamente la salud del cuero cabelludo al mejorar la circulación, reducir la acumulación microbiana y crear una superficie más limpia y oxigenada donde los folículos pueden prosperar. Diluido adecuadamente, se puede usar tanto en cueros cabelludos secos como grasos para mantener un entorno saludable y equilibrado.

Aceite de árbol de té

El aceite de árbol de té actúa como antiséptico y antifúngico natural, lo que lo hace ideal para cueros cabelludos propensos a la caspa, picazón o dermatitis seborreica leve. Su compuesto clave, el terpinen-4-ol, ayuda a reducir el crecimiento excesivo de levaduras y alivia la irritación.

Estos efectos combinados apoyan directamente la salud del cuero cabelludo al reducir la inflamación, restablecer el equilibrio microbiano y mantener la superficie del cuero cabelludo limpia y oxigenada para el funcionamiento adecuado de los folículos.

Aceite de jojoba

El aceite de jojoba imita fielmente el sebo natural del cuero cabelludo, lo que lo hace excelente para restaurar el equilibrio. Es no comedogénico, lo que significa que no obstruye los poros, y contiene vitaminas B y E para favorecer la resiliencia general del cuero cabelludo.

Es particularmente útil para cueros cabelludos sensibles debido a su naturaleza liviana e hipoalergénica.

Aceite de argán

El aceite de argán, derivado de las semillas de argán marroquí, está repleto de antioxidantes y ácidos grasos esenciales. Suaviza el cuero cabelludo, ayuda a regular la producción de sebo y fortalece los folículos gracias a su contenido en vitamina E. Es especialmente útil para el cuero cabelludo seco o dañado y para quienes se peinan o tiñen el cabello con frecuencia.

Preguntas frecuentes (FAQ)

¿Con qué frecuencia debo lavarme el cuero cabelludo?

Debes lavarte el cuero cabelludo con la frecuencia que tu tipo de cuero cabelludo necesite, normalmente cada dos o tres días para la mayoría de las personas. Sin embargo, los cueros cabelludos grasos pueden necesitar lavados más frecuentes, mientras que los secos o sensibles pueden beneficiarse de intervalos más largos entre lavados.

¿Los aceites obstruyen los folículos?

Los aceites naturales como el de batana, jojoba o romero no obstruyen los folículos si se usan correctamente. De hecho, nutren y lubrican el cuero cabelludo, ayudando a aflojar la caspa y a mantener los folículos limpios. Los problemas surgen solo cuando los aceites se acumulan en exceso o no se enjuagan, lo que provoca una acumulación que atrapa la suciedad y las bacterias.

¿Puedo usar ácido salicílico en el cuero cabelludo?

Sí, puedes usar ácido salicílico en el cuero cabelludo, pero solo con una concentración moderada y no a diario. Actúa exfoliando suavemente la piel muerta y disolviendo los tapones de sebo que obstruyen los folículos.

Si tienes un cuero cabelludo graso o escamoso, esto podría ser lo más beneficioso para ti, mientras que quienes tienen cuero cabelludo sensible deberían usar alternativas más suaves o con base de ácido láctico.

Una buena rutina de cuidado del cuero cabelludo te ayudará a tener un cabello más sano

En resumen, un cuero cabelludo saludable es la base de cada hebra fuerte y brillante, y lograrlo se reduce a tres cosas: mantenerlo limpio para evitar la acumulación, mantenerlo equilibrado para mantener su aceite natural y la salud del microbioma, y ​​mantenerlo nutrido para que los folículos puedan seguir creciendo más fuertes con el tiempo.

Una vez que estos tres estén sincronizados, cada champú, suero y aceite que uses funcionará mejor.

Hablando de aceites, han formado parte de mi rutina de cuidado del cuero cabelludo durante años. Mi favorito es el aceite de batana : ligero, rico en nutrientes y perfecto como base para el romero, la menta piperita u otros aceites esenciales si te gustan las mezclas caseras.

Si te gustó esta guía, no te pierdas más recursos gratuitos para el cuidado del cuero cabelludo y el cabello en el blog de Keyoma. Encontrarás rutinas prácticas, guías de productos y consejos basados ​​en la evidencia que te ayudarán a cuidar tu cuero cabelludo de forma natural.

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