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Jul 23, 2025
¿Por qué las mujeres pierden cabello en diferentes etapas de la vida?
Published on
Jul 23, 2025

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A menudo oímos hablar de la caída del cabello en los hombres, pero sabemos que también afecta a las mujeres, y con más frecuencia de lo que se cree. Alrededor del 40 % de las mujeres experimentan una pérdida visible del cabello al cumplir los 50 años, aunque puede comenzar mucho antes.
Cuando nuestro cabello empieza a adelgazarse, no siempre sigue el mismo patrón que en los hombres. En lugar de una calva o una línea de retroceso, es posible que notes que la raya se extiende más o que tu cola de caballo se siente mucho más delgada que antes.
Cómo crece, se cae y vuelve a crecer el cabello
Nuestro cabello crece en ciclos repetitivos, por lo que suelen crecer nuevas hebras para reemplazar las que se caen naturalmente. Pasamos por tres etapas principales en este proceso de crecimiento:
- Aproximadamente el 90 % del cabello de nuestra cabeza permanece en la fase anágena, la etapa de crecimiento activo. Este período puede durar entre 2 y 8 años .
- A continuación viene la fase catágena. Durante esta breve fase de transición, que dura de 2 a 3 semanas, los folículos pilosos se encogen y dejan de producir nuevo crecimiento.
- Luego pasamos a la fase telógena. Esta etapa de reposo dura de 2 a 4 meses. Después, esas hebras se desprenden naturalmente para dar paso a las nuevas.
Encontrar mechones en el cepillo o en el desagüe de la ducha no siempre significa que algo anda mal. Normalmente perdemos entre 50 y 100 cabellos al día.
Pero si notas que se te cae más cabello de lo habitual o notas un adelgazamiento visible, es hora de consultar con tu médico. Obtendrás respuestas más rápido y descubrirás la causa del cambio.
¿Por qué se cae el cabello entre los 20 y los 30 años?

La mayoría de nosotros no anticipamos la pérdida de cabello entre los 20 y los 30 años. Pero cuando comienza temprano, suele haber una razón clara y, generalmente, se puede revertir.
El estrés, las dietas restrictivas y los cambios hormonales son los principales desencadenantes de la caída del cabello en mujeres jóvenes. En casos poco frecuentes, las enfermedades autoinmunes también pueden provocar la caída del cabello.
1. Estrés
Las experiencias estresantes suelen provocar la caída del cabello en las mujeres. Una enfermedad, la pérdida del trabajo, una ruptura amorosa o un parto pueden llevar al cuerpo a un estado de "supervivencia", donde conserva energía para las funciones más esenciales.
Cuando estás bajo presión, tu cuerpo cambia el cabello de la fase de crecimiento a la fase de reposo. Estos pelos acaban por caerse, un proceso conocido como efluvio telógeno.
Con el efluvio telógeno, es posible que notes un aumento en la caída del cabello aproximadamente 3 meses después del evento estresante. Esto puede continuar de 3 a 6 meses. Aunque la caída del cabello puede parecer rápida, no causará calvicie completa. Una vez que el estrés desaparece, el cabello suele volver a crecer en unos meses. La recuperación completa puede tardar de 12 a 18 meses, dependiendo del largo del cabello.
2. Dieta
Las dietas extremas pueden dañar tu cabello de dos maneras. Cuando bajas de peso demasiado rápido, tu cuerpo lo percibe como una amenaza, como si estuvieras hambriento. Al mismo tiempo, es posible que no obtengas suficientes nutrientes para favorecer un crecimiento capilar saludable.
Durante el estrés o la falta de nutrientes, el cuerpo suele interrumpir primero el soporte capilar. Podrías empezar a perder más cabello de lo habitual. En muchos casos, el cabello vuelve a crecer una vez que el cuerpo se recupera. Pero si sigues una dieta restrictiva y careces de nutrientes esenciales como proteínas o vitaminas, tu cabello podría tener dificultades para volver a crecer.
Una mala alimentación también puede afectar el aspecto de tu cabello. Podrías notar que tu cabello se vuelve seco, opaco o quebradizo. Si estás perdiendo cabello y sigues una dieta estricta, es hora de reevaluar tu enfoque y centrarte en la nutrición.
3. Cambios y desequilibrios hormonales
Los cambios hormonales pueden influir en el crecimiento del cabello. Cuando los niveles de estrógeno aumentan, el cabello suele sentirse más grueso y voluminoso. Pero cuando el estrógeno disminuye, como después del parto, durante la menopausia o al dejar de tomar anticonceptivos, es posible que notes una mayor caída. El cabello suele estabilizarse una vez que el cuerpo se adapta a estos cambios.
Mientras que el estrógeno fortalece el cabello, la progesterona puede tener el efecto contrario. Esta hormona puede desencadenar o empeorar la caída del cabello en algunas personas. Ciertas píldoras anticonceptivas que dependen de la progesterona se han relacionado con una pérdida de cabello notable. Si observa cambios, conviene consultar con un profesional de la salud sobre sus opciones anticonceptivas.
- Implantes hormonales como Nexplanon
- Inyecciones anticonceptivas como Depo-Provera (medroxiprogesterona)
- Parches cutáneos como Xulane (norelgestromina y etinilestradiol)
- Anillos vaginales como NuvaRing (etonogestrel y etinilestradiol)
Cuando nuestras hormonas se desequilibran, aumentamos el riesgo de perder cabello. Afecciones como el hipotiroidismo, el síndrome de ovario poliquístico (SOP) y la hiperplasia suprarrenal congénita suelen desencadenar estos cambios.
Su médico puede sugerirle que revise sus niveles hormonales si nota pérdida de cabello junto con otros síntomas como:
- Sentir demasiado calor o frío cuando otros se sienten cómodos
- Crecimiento de vello extra en la cara o el cuerpo
- Dificultad para controlar el peso, ya sea aumentarlo o perderlo
- Brotes causados por cambios en los niveles hormonales
- Ciclos menstruales que llegan tarde, temprano o se saltan por completo
Si la caída del cabello comenzó después de usar anticonceptivos a base de progesterona, suspenderlos debería ayudar a que se recupere. Si un desequilibrio hormonal causó la caída, deberá identificar y corregir dicho desequilibrio antes de que el cabello pueda volver a crecer.
4. Embarazo
Tus hormonas cambian durante y después del embarazo, y estos cambios pueden afectar la cantidad de cabello que pierdes. Muchas disfrutamos de un cabello más abundante y grueso durante el embarazo porque el aumento de los niveles de estrógeno mantiene más cabello en la fase de reposo.
Después de dar a luz, los niveles de estrógeno disminuyen. Esta disminución puede provocar una caída notable del cabello, que suele alcanzar su punto máximo entre los 3 y 4 meses después del parto. Sin embargo, esta fase no dura para siempre. La mayoría recuperamos nuestro volumen capilar habitual en un año.
5. Enfermedades autoinmunes
Nuestro cabello puede debilitarse o caerse cuando el sistema inmunitario ataca por error los folículos pilosos, aunque esta causa es menos común. Cuando esto sucede, el cuerpo trata el cabello como una amenaza y lo obliga a caerse.
Las enfermedades autoinmunes que pueden provocar la caída del cabello en mujeres más jóvenes incluyen:
- Lupus eritematoso sistémico: El lupus puede provocar un debilitamiento generalizado del cabello o una caída del cabello en zonas con cicatrices. Un diagnóstico temprano y un tratamiento temprano ayudan a evitar daños permanentes.
- Alopecia areata: En esta afección, el sistema inmunitario ataca los folículos pilosos. Podrías observar una calva circular, generalmente en el cuero cabelludo, pero puede aparecer en cualquier parte del cuerpo. El cabello puede volver a crecer sin tratamiento, pero las zonas calvas suelen reaparecer inesperadamente.
Pérdida de cabello entre los 40 y los 50 años

Es posible que notes una mayor caída del cabello entre los 40 y los 50 años. Para muchos, esto se debe a rasgos hereditarios. La menopausia puede hacer que el adelgazamiento sea más notorio. Además, el cuidado que le hemos dado al cabello a lo largo de los años, como el uso frecuente de calor o tratamientos químicos, puede empezar a notarse en esta etapa de la vida.
1. Peinado del cabello
La alopecia por tracción se produce cuando sometemos el cabello a una tensión constante. Si notas que se está debilitando, podría deberse a cómo te peinaste a los 20 o 30 años. Algunas personas también experimentan una pérdida de cabello más rápida y drástica después de tratamientos químicos agresivos que irritan o queman el cuero cabelludo.
El uso de alisadores o peines calientes puede provocar inflamación. Los peinados apretados, como trenzas, extensiones o colas de caballo, tiran de las raíces y debilitan los folículos. Con el tiempo, este estrés puede dejar cicatrices en el cuero cabelludo y causar caída permanente. Este tipo de daño podría manifestarse primero como adelgazamiento cerca de las puntas o pérdida de cabello en la coronilla.
2. Genética o pérdida de cabello de patrón femenino (FPHL)
La genética causa la mayoría de los casos de pérdida de cabello, tanto en hombres como en mujeres. Se puede heredar la caída del cabello de cualquiera de los padres. La calvicie de patrón femenino (alopecia androgenética) suele comenzar después de los 40 años. Alrededor del 40 % de las mujeres notan pérdida de cabello a los 50 años. Menos de la mitad de las mujeres conservan una abundante cabellera a lo largo de su vida.
La caída del cabello hereditaria no siempre se manifiesta de la misma manera en las mujeres. Es posible que la raya del cabello se ensanche o que la línea capilar se retraiga. En la mayoría de los casos, el adelgazamiento progresa lentamente, pero puede llegar a afectar a todo el cuero cabelludo si no se trata.
Las mujeres solemos perder menos cabello que los hombres, pero sentimos más el impacto. Muchas evitamos situaciones sociales o nos sentimos menos seguras por ello. La buena noticia es que iniciar el tratamiento a tiempo ayuda a retrasar, e incluso en algunos casos revertir, el adelgazamiento.
3. Menopausia
Al llegar a la menopausia, los niveles de estrógeno disminuyen drásticamente. Este cambio provoca que el cabello se ralee, especialmente en la parte superior y los laterales del cuero cabelludo, y que crezca a un ritmo más lento. Algunas personas también empiezan a notar más vello facial durante esta etapa. Si la calvicie es hereditaria en su familia, la menopausia puede hacerla más notoria.
Otra razón por la que podrías perder cabello después de la menopausia es la alopecia frontal fibrosante posmenopáusica. Esta afección causa inflamación que daña los folículos pilosos y produce cicatrices. Generalmente afecta la línea de implantación del cabello y las cejas. El diagnóstico temprano es fundamental: una vez que aparecen las cicatrices, el cabello no puede volver a crecer.
Pérdida de cabello después de los 60: qué esperar

A medida que envejecemos, nuestro cabello crece naturalmente más lento y tarda más en renovarse. Los problemas de salud también pueden debilitarlo, y algunos medicamentos que tomamos pueden provocar su adelgazamiento o caída.
1. Envejecimiento
A los 60, el cabello empieza a mostrar signos de envejecimiento, al igual que la piel. Las hebras se vuelven grises o blancas, se vuelven más finas y vuelven a crecer más lentamente después de la caída. En lugar de adelgazarse solo en la raya o la línea de nacimiento del cabello, como ocurre con la pérdida hereditaria, la caída del cabello relacionada con la edad se extiende por todo el cuero cabelludo.
La exposición al sol puede acelerar este proceso. La pigmentación ayuda a proteger el cabello, y una vez que el cabello pierde su color, se vuelve más sensible a los rayos UV. Puedes proteger tu cabello usando sombreros y productos capilares con protección solar.
2. Problemas de salud
Los problemas de salud pueden desencadenar o agravar la caída del cabello. Afecciones como el hipotiroidismo, la anemia y la falta de nutrientes esenciales, especialmente con la edad, pueden debilitar el cabello y retrasar su crecimiento.
El cáncer y sus tratamientos también afectan nuestro cabello. La quimioterapia y la radioterapia dañan los folículos activos, lo que a menudo provoca una caída repentina del cabello, conocida como efluvio anágeno. La buena noticia: la mayoría de nosotros veremos que el cabello vuelve a crecer aproximadamente un año después de terminar el tratamiento, aunque las nuevas hebras podrían volverse más claras, más grises o más blancas.
3. Medicamentos
A medida que envejecemos, muchos comenzamos a usar más medicamentos recetados. Algunos de estos tratamientos pueden provocar adelgazamiento o caída del cabello. Si cree que su medicamento afecta su cabello, consulte con su médico. Este podrá evaluar sus opciones y ayudarle a cambiar a otro tratamiento si es necesario.
A continuación se presentan algunos medicamentos comunes relacionados con la caída del cabello:
- Antidepresivos como el bupropión (Wellbutrin) y los ISRS como la fluoxetina (Prozac), la paroxetina (Paxil) y la sertralina (Zoloft)
- Anticoagulantes , incluidos heparina, warfarina (Coumadin) y apixabán (Eliquis)
- Betabloqueantes para la presión arterial alta, como propranolol (Inderal), metoprolol (Lopressor, Toprol) y atenolol (Tenormin)
- Medicamentos anticonvulsivos como ácido valproico (Depakote), pregabalina (Lyrica) y levetiracetam (Keppra)
Controle la caída del cabello a cualquier edad con Keyoma
Como mujeres, lidiamos con la caída del cabello por muchas razones, y estas suelen cambiar con la edad. Si empiezas a notar más caída del cabello, zonas más delgadas o calvas, consulta con un dermatólogo cuanto antes para identificar la causa y buscar soluciones.
También podemos tomar medidas nosotros mismos. Consumir alimentos ricos en nutrientes, reducir el estrés y evitar tratamientos agresivos ayuda a proteger el cabello. Y si buscas una forma comprobada de nutrir el cuero cabelludo, prueba el aceite de Keyoma Batana . Sus beneficios naturales favorecen un crecimiento más saludable y ayudan a recuperar la densidad, desde la raíz.
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